Hace un par de años tenía muchas visiones de marketing para mi empresa, pensando en cómo atraer clientes, y comencé a investigar sobre las técnicas que podrían salvar mi empresa de una eminente banca rota. Comprendía que la las reglas del juego eran muy claras: “Atraer más clientes = Atraer más ventas” pero encontré que me estaba faltando captar un público creciente y activo; pero no sabía cómo cautivar y atraer a esos clientes y me puse a meditar en el comportamiento de los clientes modernos… ¿Qué es lo que hacen durante su día cotidiano?, ¿Cuáles son sus costumbres y hábitos diarios?; pues yo sabía que ahí encontraría la respuesta a mis inquietudes. Sabía que pasan de 8 a 10 horas trabajando y de 4 a 6 horas recreándose, y obviamente mientras trabajaban no existiría la menor oportunidad de cautivarlos. Luego pensé en las horas de recreación y es ahí donde encontré que los clientes modernos pasan gran parte de su tiempo libre pegados al televisor o navegando Internet.
…Entonces pensé
en que un anuncio comercial en la televisión era demasiado costoso para mi
empresa, y que mis clientes ya no se interesaban por leer periódicos ni
revistas de papel; entonces me enfoque en el medio más popular y creciente de nuestra
época moderna, donde yo pida atraer a mis clientes de una forma
muy económica: Internet; pero aun así no sabía cómo hacerlo, así que me
aventure a investigar, como algunos de los lectores, me imagino que ya
lo han hecho; y comencé a leer sobre algo que no me funciono para nada, el
marketing en las redes sociales y las páginas web.
Cree mi página en Facebook, y en otras redes sociales, aprendí a diseñar blogs y algunas técnicas de posicionamiento Web, y todo parecía fantástico, pero nada de esto me estaba funcionando, ya que como empresario no tenía el tiempo para dedicarlo, ni tenía el presupuesto para contratar a alguien que lo hiciera por mí.
Contrate a
una empresa para que me diseñara una página Web, y me emocione mucho cuando vi
mi página, ya que era muy atractiva y muy profesional. Así que la publique y le
agregue algunas ofertas y la información de la empresa, quienes somos, y una área
de contacto. Todo muy profesional, todo muy atractivo pero muerto, sin sentido
ni objetivo de marketing. Mi página era un mundo muerto con 5 visitas diarias
que posiblemente entraron por equivocación. Mientras el 65% de mis clientes
locales navegaban por Internet, mi página estaba vacía y abandonada. Entonces comprendí
que no había incentivo para entrar a mi página web ya era estática y sin
ninguna estrategia para atraer nuevos clientes.
Necesitaba
movimiento, dinámicas de marketing e incentivos para atraer a esos clientes
adicionales que mi empresa tanto necesitaba… necesitaba llevar mi piso de
ventas enfrente de los consumidores, adentro de sus casas; y necesitaba darles
un buen incentivo para comprar mis productos de una manera fácil y dinámica;
sin complicaciones ni obstáculos. Hasta
que un día, navegando en Internet, leí un artículo sobre las tiendas en línea (Online
Stores) y me cautivo la dinámica de estas tiendas, ya que no eran estáticas como
las páginas web, y era el sitio ideal para efectuar tácticas de mercadeo.
Las tiendas
en línea son un punto de venta, una extensión de mi empresa hacia los clientes,
desde donde ellos pueden comprar directamente, sin salir de sus casas. Ellos
pueden efectuar pagos en línea si salir del confort de sus casas. Paro aun eso
no es suficiente ya que una tienda en línea sin estrategias de marketing es
como un martillo en manos de un hombre inválido.
Entonces comencé
a meditar en que la tienda no necesitaba inversiones sustanciales, no tenía que
pagar empleados, ni alquiler de local, ni pagar facturas de energía eléctrica… únicamente
una pequeña mensualidad me traería grandes ganancias. Por tanto encontré que podía
bajar el precio a mis productos, mucho más bajos que mi competencia, y comencé a
publicitar precios extremadamente bajos por compras en línea.
También implemente
descuentos especiales por compras desde Los Estados Unidos, ya que los
familiares de mis clientes en USA podían comprar sus regalos para sus
familiares en mi país directamente, y pagar con sus tarjetas de crédito… Esto
era dinamismo de marketing, ya que les entregaba a mis clientes locales una
tarjetita con la dirección de mi tienda en línea para que se la dieran a sus
familiares en Los Estados Unidos, y en los días especiales y festivos, sus familiares
efectuaban las compras de sus regalos desde el exterior, y esto les daba un
sentido especial, ya que no era simplemente enviar el dinero por Western Union,
sino que ellos mismos escogían el regalo para sus seres queridos.
Mis
productos estaban siempre rotando, y cambiaba los especiales semanalmente, por
lo tanto había movimiento y esto creaba expectativa a mis clientes. Es
muy fácil; la clave del éxito son los precios bajos y con un poco de inversión en
publicidad para una tienda en línea, se logran incrementar las ventas, y atraer
más clientes de una forma dinámica… Compruébelo por usted mismo.
Por: Ricardo A. Romero